Irlanda

Septiembre de 2010, viaje relámpago a la isla de Irlanda con la intención de visitar Dublín en Eire, y Belfast en Irlanda del Norte sin olvidarnos de pasar por la famosa Calzada de los Gigantes.

El vuelo lo cogimos con la compañía irlandesa air lingus que nos permitió volar a un precio muy económico.

Aterrizamos en Belfast y llega el primer reto del viaje. En el parquing del aeropuerto nos espera un Peugeot como cualquier otro pero, je, lo abres y claro, el volante está la derecha. Me armo de valor mientras noto como el leon de la marca del vehículo tiembla e intenta huir pero no le hago mucho caso. Gradúo los retrovisores, busco el cambio con la mano izquierda, meto primera, y en marcha. Luisa me avisa de que los arcenes circulan demasiado cerca de su lateral y cuando llego a la primera rotonda me reafirmo en mi creencia, ellos son diferentes, conducir por la izquierda tiene un pase pero ¡¡¡ tomar las rotondas al revés !!! no se ...... será cuestión de habituarse.

Salimos dirección a Larne desde donde nace la "Causeway Coastal Route" para cogerla y dirigirnos a nuestro Bed & Breakfast, Ardtrabane house, muy cerca de Bushmills y justo encima de la la calzada de los gigantes, no sin antes realizar una parada en el Carrick-a-rede.

Por el camino pasamos por Carnfunnock, Ballygally y Glenarm donde pudimos disfrutar de las primeras vistas y rincones del País y de la "primera" Sant George Church del viaje. Desde Glenarm decidimos ya no parar hasta llegar al primer punto de interés marcado en nuestra ruta, el Carrick-a-rede a 65 quilómetros de Belfast.

El puente de cuerda de Carrick-a-Rede.

Es imprescindible hacer de tripas corazón para lanzarse a cruzar este puente colgante de cuerda, de más de 250 años de antiguedad, que se balancea a treinta metros de altura por encima del nivel del mar en el norte del condado de  Antrim.

Es necesario pagar entrada para poder cruzar el puente, 5 libras irlandesas pero vale la pena. No olvidéis tener en cuenta que el acceso al puente se cierra a las cinco de la tarde.

Por la noche fuimos a cenar a un pub irlandés, The Nook, a escasos 500 metros de la casa donde dormíamos esa noche y donde pudimos disfrutar de música en directo además de una excelente cocina típica por 15 libras cada uno.

Al día siguiente nos levantamos temprano con el objetivo de visitar la calzada sin que hubiesen muchos turistas. Salimos de la casa andando y cruzamos los prados que la rodeaban por un camino de tierra que salía a escasos 25 metros de la casa. En 15 minutos habiamos llegado a la impresionante Giant's causeway.

Giant's causeway

La calzada de los Gigantes, ¿histórias míticas de poderosos gigantes o realidad geológica?

Creer en fábulas y cuentos se hace irremediable cuando ves por primera vez este paraje basáltico con miles de columnas hexagonales seccionadas y distribuidas como si de un enorme rompecabezas se tratara. La calzada está rodeada por columnas que forman el denominado órgano de la calzada del que podemos ver una imágen a la izquierda con sus columnas de más de 12 metros de altura.

Tras visitar la calzada volvimos a la casa para coger el coche y dirigirnos a Belfast pasando por Bushmills, el Ducluce Castle entre Bushmills y Portrush y "The Dark Edge" localizado en una carretra local entre Ballyoney y Storehorm

Bushmill 

Este acogedor pueblo es conocido por: "the River Bush", río salmonero por excelencia que cruza la población con sus aguas teñidas por taninos que le otorgan un singular color a sus aguas y por albergar la "Old Bushmills Distillery", destilería de whisky fundada en 1608 y que pasa por ser la destilería más antigua del mundo.

Ducluce Castle

Castillo medieval en ruinas muy bien conservado situado en una "isla" que se conecta con tierra firme por un puente que es el único acceso al castillo por tierra.

The Dark Hedge

Hermosa avenida de hayas plantadas hace unos trescientos años por los propietarios de las tierras de cultivo adyacentes y que actualmente es una de las principales atracciones de Irlanda del Norte tanto para turistas como para profesionales de la fotografía y el cine. 

Las ramas se abrazan unas a otras entre arboles y sus sombras envuelven a quién goza pasear bajo su hechizo.

Belfast

En Belfast nos hospedamos en el Park Inn Belfast Hotel, muy bien situado, con una atención excelente por parte del personal, habitaciones más que correctas y una limpieza exquisita, además el precio era bastante ajustado, 70 € la noche.


Belfast es la capital de Irlanda del Norte y testigo de los más duros enfrentamientos entre católicos republicanos y protestantes fieles al Reino Unido. La ciudad aún mantiene en sus calles claros signos identificativos de la desunión existente entre sus habitantes.

La ciudad está dividida por barrios en los que en la mayoría se muestra mediante carteles o murales cual es la posición política de sus habitantes. Nosotros visitamos uno de ellos, Sandy Row.

Detalle de adoquines en Sandy Row

Sandy Row es el nombre de una calle localizada en el sur de Belfast que a su vez da nombre a una zona o barrio de la ciudad cuya población es mayoritariamnete protestante y centro tradicional de la Asociación paramilitar de Defensa del Ulster, fiel al reino de Gran Bretaña. En sus calles se pueden ver múltiples carteles alusivos a esta circunstancia e idea unionista de la misma forma que identificar banderas y estandartes representativos del movimiento leal.

 



  

El barrio es fácil de reconocer porque todo él está adornado con los colores rojo, blanco y azul en adoquines, paredes o bolardos, colores identificativos de la Unión Jack. Una curiosidad que sorprende al viajero es que por todas partes se pueden ver cámaras de grabación y leer carteles informativos de que se informa que la zona está bajo vigilancia de cámaras de video por los própios vecinos.

Durante los dos días que estuvimos en Belfast visitamos las ciudad a pie, la situación del hotel lo permitía y las distancias también. De esta forma pudimos visitar el Ulster Hall, el City Hall, la famosa Av. Donegal y sus señoriales edificios, el archifamoso pub Kelly’s Cellars en 30 Bank Street casita baja adosada a un edificio y en su interior todo el sabor irlandés. 

City Hall

Saint Anne’s Cathedral

También visitamos el Pub Morning star (oculto entre bloques de pisos), la Saint Anne’s Cathedral, la curiosa Plaza de la Ulster University, the Queens University of Belfast, el Botanic Garden con la Palm House (similar al palacio de cristal del retiro de Madrid) y el Water Front Hall de arquitectura moderna con forma de ovni. Tampoco pudimos evitar  acercamos a la esquina de los pubs Robinson’s y The Crown Liquor Saloon que estaban abarrotados de gente.

Antes de irnos hacia Dubín era obligatorio visitar el St. George Market donde compramos unas madalenas artesanales decoradas y con un sinfin de sabores que harían las delicias de los mas exigentes gourmets de la comida dulce. El mercado es digno de visitar, en su interior se encuentra de todo, comida, ropa, complementos, adornos................. y un típico bar de mercado con música en directo.

Para comer o cenar en Belfast os recomendamos el Olio, en Brunswit Street y el pub John Hewit  en 51 Donegall Street. 

La premura del viaje nos hizo dar por finalizada nuestra visita a Belfast antes de lo deseado pero el tiempo mandaba y a las 13 h. del tercer día cogimos el Bus en la Europa Bus Station que nos llevaría a Dublín en 2 horas y cuarenta minutos. El precio era de 13 libras irlandesas por pasajero.

Pubs Robinson’s and The Crown Liquor Saloon

EIRE, IRLANDA

Dublín

En Dublín nos hospedamos en el Arlington Hotel situado junto al rio y muy cerca del Temple Bar, carismático barrio de Dublín con muchísimo ambiente donde se concentran multitud de pubs y restaurantes

Molly Mallone

Como no nos quedaban muchas horas de sol cuando llegamos a Dublín decidimos coger el bus turístico el "Hop on Hop off" para hacer todo el recorrido y controlar las distancias para el día siguiente. 

Bajamos en la última parada y caminamos desde o’Conell Street hasta el hotel visitando y viendo el Garden Remembrance, The Spire monumento del milenio de 120 metros de altura, la estatua de Joyce, el Butt Bridge y como no, la famosa Molly Malone.


Cuenta la historia que Molly Malone era una hermosa pescadera de día y prostituta de noche que murió enferma en plena calle en Dublín y que se convirtió en leyenda urbana. La canción popular de Molly Malone es considerada el himno no oficial de Irlanda.

Canción de Molly Malone

Por la noche, en el hotel, nos ofrecen la posibilidad de disfrutar de una típica cena irlandesa con espectáculo. Sopa, salmón con mash (puré), pollo con compota de manzana y tarta de patatas, tarta de Bailey’s y Mouse de chocolate fue el menú, sin olvidarnos del irish coffee que nos regalaron con los vales del mapa del bus turístico.

Toda la cena estuvo amenizada con bailes, música y canciones típicas irlandesas que hicieron que la velada fuese muy divertida.

Al día siguiente cogimos el bus turístico en dirección a la Guiness Storehouse, la famosa fábrica de cerveza Guinnes para la cual también tenemos descuentos por usar el bus turístico. Allí disfrutamos de la visita por la línea de producción, nos enseñaron a tirar pintas de Guinnes que tiene su própia técnica y como no podía ser de otra forma gozamos del especial sabor de esa cerveza tostada, inventada por casualidad el día que por error se les tostó de más la cebada y en vez de tirar la producción decidieron venderla a precio de coste en los muelles de la ciudad de Dubín. Esto fue un gran acierto pues la demanda de cerveza tostada triplicó a la demanda de la cerveza normal.

Al salir de la cervecería nos dirigimos a visitar la Jameson Distillery, la chimenea de la película ‘Charlie y la fábrica de chocolate’, el Trinity college, donde por 9 euros pudimos echar un vistazo al famoso libro de Kells y la antigua e impresionante biblioteca que lo alberga.   

Aquí os dejo un enlace para que disfrutéis del increíble libro de Kells, manuscrito escrito en latín muy adornado que elaboraron monjes celtas y que actualmente es considerado, aún sin ser una obra acabada, como la mayor obra artístico-religiosa de la edad media por su belleza y por la técnica utilizada en su elaboración.

Libro de Kells

Trinity college

Después de comer unos bocadillos en Bewley’s, Grafton St., nos dedicamos a disfrutar de la ciudad visitándola a pie, fotografiando decenas de relojes que se encuentran por toda la ciudad y múltiples puertas georgianas de vistosos colores y muy adornadas que contrastan con la sobriedad de los edificios que cancelan con sus cerraduras. Estas puertas son el símbolo de la ciudad y se puede encontrar una excelente muestra y variedad en Merrion Square.

Estatua de Óscar Wide

Reloj en Dublín

En la misma Merrion Square podrás encontrar el monumento a Oscar Wilde y visitar su casa que se localiza en una de las esquinas de la Plaza, exactamente en el número uno de North Marrion Square. La estatua de Wilde está dentro del parque del centro de la plaza y mira hacia la casa que lo vio nacer.

                                                      PUERTAS GEORGIANAS

La última noche decidimos descubrir la ciudad una vez se esconde el sol y fue todo un acierto. La "ruta" la iniciamos cenando en el pub O’Neils (cerca de Molly Malone), un "medio self service" donde las raciones son muy grandes y se sirve muchísimo acompañamiento (patatas, puré, zanahorias, broquil, coliflor, ensalada,…) con cualquier carne que pidas. Es el Pub preferido por los alumnos de la Trinity University. Aúnque no somos fumadores decidimos cenar arriba, en la zona de fumadores porque hay música en directo y es un placer cenar bien amenizado. Por cierto, nosotros cenamos  lamb sharm e irish turkey y estaba buenísimo.

Después de cenar fuimos al Temple Bar (barrio) y entramos en el Temple Bar (local) donde encontramos muchísimo ambiente con zonas diferenciadas y donde también pudimos disfrutar de música en directo. Todo el Temple Bar (barrio) es un hervidero de gente que se agolpa en los múltiples pub`s que se encuentran en este barrio y en los que en la mayoría se disfruta de música en directo. No dejéis de visitar Temple Bar de noche, es una visita muy recomendable.

El último día en Dublín nos lo tomamos con calma y paseamos por la ciudad hasta la hora de comer con la intención de visitar la Christ Church Cathedral y la St Patrick’s Cathedral como objetivos principales. Ambas se encuentran muy cerca una de la otra y no empleamos mucho tiempo en visitarlas.

St. Patrick's Cathedral

Christ Church Cathedral

También visitamos la st. Mary Church, curioso bar que antes fue una iglesia y que hoy se ha convertido en uno de los restaurantes más famosos de la ciudad. Se puede visitar y hacer fotos del lugar sin que los camareros se molesten, estan habituados a los turistas.

The Spire

A nosotros nos quedó pendiente la visita de la carcel de Kilmainham, una verdadera lástima, y por lo que conozco de ella y lo que otros visitantes me han contado es una de las visitas imprescindibles de esta ciudad. Ya tenemos más motivos para volver a Dublín.
Carcel de kilmainham

Como despedida de la ciudad nos dirigimos al Pub o’Sheys en Talbot St donde está la cámara web que nosotros utilizamos para ver como andaba el tiempo por la ciudad antes de ir y saludamos a los conocidos que en ese momento estaban visitando la web  www.nci.ie/ispy.

Para dirigirnos al aeropuerto sacamos los billetes del Airlink 747 en la calle o’Conell. Un billete cuesta 6 euros pero si sacas un ticket familiar de un día es válido para 2 adultos  y 4 niños menores de 16 años e incluye el airlink por 10,50 euros.

A continuación os facilito unas webs que os pueden servir de mucha ayuda para visitar Irlanda.

Guia para visitar Belfast

Guia para visitar Dublín

Oficina de turismo de Irlanda 

Otros  
                                         
www.irlandaportucuenta.com

www.sobreirlanda.com